Y después vino la dermolipectomía

Después de haber pasado por un número de liposucciónes que no determinaré, ya estaba relativamente contenta con los resultados obtenidos tras esta dura e irrepetible experiencia salvo por el antiestético exceso de piel y de flacidez del músculo abdominal pero como casi todo en esta vida tenía solución, previo pago de otra alta suma de dinero ya que la seguridad social no lo cubre, el médico me recomendó una abdominoplastia.

Esto de la cirugía estética es como todo y una vez que has pasado por el aro ya te sientes en la necesidad de llegar hasta el final, no creo que sea adicta a las operaciones pero sí que quieres quedar lo mejor posible sobre todo después de haber invertido tanto sufrimiento y tiempo encima de una camilla mientras uno o dos cirujanos y varios asistentes se abren paso por tu estómago y sus vecinos mientras duermes en la más total ignorancia de si podrás despertarte.

Qué es la dermolipectomía preguntaréis...

Es una técnica quirúrgica en la que se puede quitar la piel y grasa de zonas como la cara, brazos, muslos pero que cuando se realiza en la zona abdominal se llama abdominoplastia. Básicamente te extirpan parte de la piel, evidentemente la sobrante, y grasa abdominal, ésta siempre sobra para reducir el aspecto de la tripa.

Evidentemente no hace falta decir que hay riesgos, hasta cuando sales a la calle tienes riesgo que una maceza te deje K.O. al ir a por el pan y estos son los riegos de una dermolipectomía abdominal:

- Hematomas y seromas

- Necrosis

- Riegos frecuentes en pacientes fumadores, obesos y diabéticos, cicatrices, tensión excesiva o destrucción vascular.

- Infecciones que suelen estar relacionadas con hematomas no drenados, aunque no es lo habitual.

- Tromboflebitis y embolismo pulmonar

- Alteraciones de la cicatriz abdominal y defectos en la cicatriz umbilical.